martes, 17 de enero de 2012

Tres Meses De Mierda Parte Final

Los días han transcurrido en medio de entrenamientos que cada vez son más y más duros, algunos de mis compañeros han llegado a perder el conocimiento debido a las largas jornadas y lo riguroso de los mismos, otros han sufrido accidentes como el soldado a quien apodan el abuelo y quien estuvo a punto de perder su ojo izquierdo durante un ejercicio de tiro, después de que al efectuar un disparo, su fusil, debido al retroceso que produce el disparo, lo golpeara en su ojo, causándole heridas en su pómulo y en la  ceja, esto en lado izquierdo de su rostro y provocando que su ojo en su interior se hiciera  rojo como si sangrara  internamente, su rostro  se inflamo y sangro mucho. Por mi parte yo también sufrí el embate del intenso calor y la inclemencia del sol y fui a parar a la enfermería por varias horas víctima de un insoportable dolor en mi cabeza, que incluso me llevo a sufrir convulsiones por lo que me practicaron varios exámenes médicos sin resultados alarmantes. La comida ya no es mala, realmente es pésima, pero supongo que llegare a acostumbrarme a ella.
El cabo Nieto hizo algunos intentos más tratando de dominar mi ímpetu sin lograrlo, la última vez  que lo intento fue un verdadero fracaso para él, en esa ocasión me mantuvo despierto gran parte de la noche haciendo toda clase de ejercicios con el fin de agotarme, pero los hice con tanta paciencia y de tal modo, que nunca llegue a sentirme realmente cansado, al final su frustración fue tal que se dirigió al dormitorio y regreso con una regla  de madera en su mano, yo supe de inmediato que sus intenciones no eran buenas así que rápidamente tome un par de piedras del suelo, pero el cabo se detuvo al ver mi acción. Yo estaba decidido a responder a cualquier ataque y creo que él lo entendió así, me miro vacilante por unos segundos y luego me dio la orden de ir al dormitorio. Yo estaba totalmente empapado en sudor pero no se me permitió bañarme, me cambie la ropa interior y espere a que el sudor se secara en mi cuerpo para luego acostarme y dormir menos de una hora que faltaba para que dieran la orden de levantarnos, lo cual efectivamente sucedió muy poco tiempo después cuando un dragoneante  exclamo:
"ponerse de pie la compañía
, pero, yo no solo me sentía cansado sino que lucía como tal, lo cual me sirvió para maquinar una brillante idea, ya que unos minutos después de que se diera la orden de levantarnos, me dirigí a uno de los dragoneantes y me fingí enfermo, el dragoneante dio aviso casi de inmediato al oficial de servicio de grado teniente y este último ordeno mi traslado al dispensario médico. Allí hice un gran papel fingiendo dolor en todo mi cuerpo y agregue que había estado vomitando durante la noche por lo que el médico me receto algunas medicinas para el dolor, ordeno 3 días en reposo y que regresara si persistían los síntomas, eso fue más de lo que yo mismo esperaba pues durante tres días fui intocable y me dedique a descansar. Eso ocurrió hace una semana, pero ahora estamos a solo unos días del juramento ante la bandera y los ensayos para la ceremonia se extienden casi siempre hasta la una de la madrugada, mi Mayor Rodríguez  encargado del entrenamiento de los tres batallones de reclutas de esta división es muy exigente y quiere que la coordinación en cada movimiento durante la ceremonia sea perfecto.
La ceremonia será el 7 de diciembre en la villa olímpica de la ciudad y se espera la asistencia de todos nuestros familiares ya que cuando haya concluido la ceremonia nos podremos marchar con ellos  a casa y disfrutar de 12 días de vacaciones para luego regresar y ser enviados a diferentes zonas a enfrentar a la guerrilla, ya desde un escenario real y poniendo en práctica todo lo que hemos aprendido a lo largo de estos tres meses.
Viernes 7 de diciembre 1991
Después de una semana muy dura en la cual nos dedicamos única y exclusivamente a  ensayar para la gran ceremonia de juramento de bandera hoy por fin se llevara a cabo la ceremonia. Son las 4 de la madrugada, hace ya más de una hora que nos levantamos para perfeccionar nuestra presentación personal las botas, los uniformes y las hebillas lucen gran pulcritud e impecables, los oficiales y dragoneantes han revisado que todos estemos perfectamente rasurados, todo esto debido a que al acto asistirán un gran número de personalidades y jerarcas de la ciudad, entre ellos el gobernador y el alcalde. Todo parece estar listo y en orden, ahora nos dirigimos al comedor, pero por primera vez desde que estoy aquí lo estamos haciendo en relativa calma, sin correr, sin que nadie se preocupe por tomarnos el tiempo, no sé porque pero se respira un ambiente diferente, las peleas entre nosotros quedaron atrás, ahora somos unidos, somos un grupo, somos una unidad de combate, la disciplina se hace evidente en todo lo que hacemos y hoy es buen día para demostrarlo. En el comedor todo es alegría y camaradería, mientras a lo lejos por la entrada principal, un grupo de camiones hace su ingreso y se dirigen a la plaza de armas frente al comedor, son los vehículos que nos trasportaran hasta la villa olímpica. Ahora hay un poco de prisa, los oficiales no lo hacen saber indicándonos que debemos prepararnos para embarcar. En tan solo unos minutos estamos desembarcando en la villa olímpica, hermosa por cierto, un último ensayo que termina a las diez de la mañana y ya estamos listos para dar inicio a la ceremonia, mientras lentamente los primeros espectadores hacen su ingreso para ver el espectáculo, pronto el lugar está totalmente lleno. Los altos mandos y personalidades se ubican en una tarima en la parte baja. Mi Mayor Rodríguez encargado del entrenamiento toma el micrófono y después de una corta alocución da la orden y se inicia el desfile dando comienzo así a la ceremonia, las compañías de soldados divididas en varios bloques vamos marchando al compás de la banda militar, es un momento realmente emocionante, me siento muy orgulloso de estar aquí.
Mientras tanto los espectadores se han puesto de pie y observan con atención. El primer bloque de soldados está pasando frente a la tarima de los altos mandos y con perfecta coordinación giran sus cabezas hacia la derecha y saludan, saludo que es correspondido por los altos mandos que también permanecen de pie, los demás bloques uno a uno ejecutan la misma maniobra y todos vamos regresando a la posición que teníamos al inicio de la ceremonia.
Después de las alocuciones de algunos militares y del gobernador; por fin
llega el momento más esperado el juramento ante la bandera, mi Mayor Rodríguez toma el micrófono y pregunta:
‟¿Soldados juráis ante dios y ante esta bandera, defender la patria en acción de guerra o en alguna otra ocasión”   a una sola voz todos respondemos:
“Si juro”.
”Si así lo hicieres dios y la patria os lo premien, sino él y ella os condenen“    
concluyo mi Mayor Rodríguez al mismo tiempo que tres detonaciones controladas retumbaban en la villa olímpica, dando así por finalizada la ceremonia. Mi Mayor Rodríguez indica a través del micrófono que debemos embarcar en los camiones para dirigirnos al batallón y que allí nos reuniremos con nuestros familiares, para luego partir con ellos a casa a disfrutar de 12 días de descanso, es así como unos minutos después estamos de nuevo en el batallón y formados frente a la tarima de la plaza de armas. Mi Mayor Rodríguez ha llegado antes y nos espera parado sobre la tarima, una vez formados  nos dice: Soldados les tengo dos noticias una buena y una mala ¿cuál quieren escuchar primero?”  “La mala mi Mayor “contestamos la mayoría; "bien, prosiguió mi Mayor Rodríguez, la mala noticia es que no podrán irse a sus casas hoy
, un silencio casi sepulcral se extendió por toda la formación y luego todo fue murmullos.
 Una sensación de frustración se apodero de mí, el tiempo se había convertido en una eternidad esperando este día y ahora todo se esfuma, pero la voz de mi Mayor Rodríguez interrumpe mis pensamientos;
"silencio soldados ahora les daré la buena noticia, la ceremonia fue todo un éxito y como premio se ha decidido que no irán a sus casas hoy 7 de diciembre sino que esperaran hasta el día 23 cuando podrán marcharse y pasar navidad y año nuevo con sus familias, yo ya he hablado con ellos y están de acuerdo, ahora podrán disfrutar del resto de la tarde con sus familias
. Concluyo el oficial con una sonrisa de satisfacción en su rostro al mismo tiempo que se retiraba del lugar.
Ahora en la formación todo es felicidad porque pasar la navidad en casa no estaba en los planes de ninguno de nosotros, los familiares han empezado a ingresar y yo espero con ansiedad porque aún no se si alguien de mi familia vino el día de hoy, pero no tengo que esperar mucho, pronto puedo divisar a lo lejos a la mamá
"del flaco
₺ y junto a ella a paso lento camina mi padre, saber que estuvo allí viendo la ceremonia ahora me hace sentir un orgullo que no puedo describir, creo que es una manera grandiosa de terminar esta etapa del servicio militar colombiano al que todos llaman los tres meses de mierda.
No sé lo que me espera de ahora en adelante pero estoy seguro que si logre resistir esto, podre resistir cualquier otra cosa.

Continuara……………

Próximo capitulo
QUIERO DESPERTAR DE ESTA PESADILLA!!!!